Education, Respect, Collaboration: The Benefits of Positive Food Environments 

Positive food environments in early care and education programs should be rooted in education, respect, and collaboration. The result? We empower children and their families to make healthy choices that will nourish their bodies – and minds – for years to come. At Wisconsin Early Childhood Association, enhancing food systems support for the state’s early childhood sector is a priority for many reasons. They include increasing access to nutrient-dense foods by supporting the growth of garden infrastructure in child care programs, creating connections to the local food supply chain, and educating providers to purchase, prepare, and preserve local foods. 

“The food environment in early care settings is so important,” said Mary O’Connell, one of WECA’s food systems coordinators. “Not only does access to nutritious foods help children develop healthily, but helping to grow and prepare those foods also improves the quality of their experience by incorporating hands-on, experiential learning related to food, health, agriculture, and nutrition in the early childhood setting.” 

WECA provides an abundance of resources, tools, strategies, and support to help child care programs create a positive food environment for children, particularly through its shared services network, Wisconsin Early Education Shared Services Network (WEESSN). 

“Child care programs can be intentional with how mealtime builds community and well-being in their program,” said WEESSN Food Systems Coordinator Catherine Hansen. “By developing a food philosophy, a program can explore the values they resonate with and develop practices that nourish children physically, mentally, and socially through the everyday practice of serving meals and snacks.” 

Aspects of a Food Philosophy could include: 

Nourishment and Growth  

Food is more than just fuel – it’s a source of nourishment essential for growth and development. Every meal and snack provided should be thoughtfully planned to meet the nutritional needs of growing bodies, ensuring children receive the food components necessary for optimal health.  

Variety and Exploration  

It’s imperative to embrace diversity in menus, offering a wide variety of fruits, vegetables, grains, proteins, and dairy products. Encourage children to explore new tastes, textures, and flavors, fostering a sense of culinary adventure and curiosity. By exposing children to a diverse range of foods, they expand their palates and cultivate a lifelong appreciation for wholesome eating.  

Education and Empowerment  

Early education plays a crucial role in shaping children’s food preferences and habits. Through hands-on activities, including growing and preparing food, taste tests, and other farm to ECE activities, we help children learn to become active participants in their own health.  

Respect and Individuality  

Respect each child as a unique individual with distinct tastes, preferences, and dietary needs. We accommodate allergies, cultural preferences, and special dietary requirements, ensuring every child feels included and valued.   

Collaboration and Community  

Promoting healthy eating habits is a collaborative effort that involves families, educators, and the wider community. We encourage open communication with parents/guardians regarding their child’s dietary preferences, habits, and any concerns they may have. By working together, providers can reinforce healthy eating messages both at their child care program and at home, reinforcing healthy habits within the two environments.  

Sustainability and Responsibility  

Food practices should be committed to promoting sustainability and environmental responsibility. This comes through sourcing local, seasonal, and organic ingredients whenever possible, minimizing carbon footprint, and supporting local farmers and producers. This also includes reducing food waste through mindful portioning, composting, and recycling initiatives, thereby instilling a sense of responsibility in children toward the planet and future generations. 

Learn More 

The foods children are served in early care settings, and the practices around growing, preparing, and serving that food, deserve care and attention. 

Child care providers who are interested in deepening their commitment to creating a positive food environment in their program can reach out to WEESSN’s Food Systems Coordinators at Farm-to-ECE@wisconsinearlychildhood.org for resources and technical assistance. 


Educación, respeto, colaboración: los beneficios de los ambientes de alimentación positivos 

Los ambientes de alimentación positivos en los programas de cuidado y educación infantil deben basarse en la educación, el respeto y la colaboración. ¿El resultado? Empoderamos a niños/as y sus familias para que tomen decisiones saludables que nutrirán sus cuerpos y mentes en los años venideros. En Wisconsin Early Childhood Association, mejorar el apoyo de los sistemas alimenticios para el campo de la primera infancia del estado es una prioridad por muchas razones. Incluyen aumentar el acceso a alimentos ricos en nutrientes mediante el apoyo al crecimiento de la infraestructura de huertos, en los programas de cuidado infantil, la creación de conexiones con la cadena de suministro de alimentos local y la educación de proveedores para que compren, preparen y conserven los alimentos locales. 

“El ambiente alimenticio en los entornos de cuidado infantil es muy importante”, dijo Mary O’Connell, una de las coordinadoras de sistemas alimenticios de WECA. “El acceso a alimentos nutritivos no solo ayuda a niños/as a desarrollarse de manera saludable, sino que ayudar a cultivar y preparar esos alimentos también mejora la calidad de su experiencia al incorporar el aprendizaje práctico y experiencial relacionado con la alimentación, la salud, la agricultura y la nutrición en el entorno de la primera infancia”. 

WECA proporciona una gran cantidad de recursos, herramientas, estrategias y apoyo para ayudar a los programas de cuidado infantil a crear un ambiente de alimentación positivo para niños/as, particularmente a través de su red de servicios compartidos, Wisconsin Early Education Shared Services Network (WEESSN). 

“Los programas de cuidado infantil pueden ser intencionales con la forma en que se construye comunidad y bienestar en el programa a la hora de la comida”, dijo Catherine Hansen, Coordinadora de Sistemas Alimenticios de WEESSN. “Al desarrollar una filosofía alimenticia, un programa puede explorar los valores con los que se identifican y desarrollar prácticas que nutran física, mental y socialmente a niños/as a través de la práctica diaria de servir comidas y meriendas”.  

Los aspectos de una filosofía alimenticia podrían incluir: 

Nutrición y crecimiento  

La alimentación es algo más que combustible: es una fuente de nutrición esencial para el crecimiento y el desarrollo. Cada comida y merienda que se proporciona debe planificarse cuidadosamente para satisfacer las necesidades nutricionales de los cuerpos en crecimiento, asegurando que niños/as reciban los componentes alimenticios necesarios para una salud óptima.  

Variedad y exploración  

Es imprescindible incluir la diversidad en los menús, ofreciendo una amplia variedad de frutas, verduras, granos, proteínas y productos lácteos. Anime a niños/as a explorar nuevos gustos, texturas y sabores, fomentando un sentido de aventura culinaria y curiosidad. Al exponerles a una amplia gama de alimentos, amplían sus paladares y cultivan un aprecio de por vida por la alimentación saludable.   

Educación y empoderamiento 

La educación temprana desempeña un papel crucial en la formación de las preferencias y hábitos alimenticios. A través de actividades prácticas, que incluyen el cultivo y la preparación de alimentos, pruebas de sabor y otras actividades de Farm to ECE (de la Granja al Cuidado Infantil), ayudamos a niños/as a que se conviertan en participantes eficaces de su propia salud.  

Respeto e individualidad  

Respete a cada niño/as individualmente con sus diferencias de gustos, preferencias y necesidades dietéticas. Nos adaptamos a las alergias, las preferencias culturales y los requisitos dietéticos especiales, lo que garantiza que se sientan incluidos/as y valorados/as.   

Colaboración y comunidad  

Promover hábitos alimenticios saludables es un esfuerzo colaborativo que involucra a familias, educadores y la comunidad en general. Alentamos la comunicación abierta con familias/tutores con respecto a las preferencias dietéticas, los hábitos y cualquier inquietud que puedan tener sobre sus hijos/as. Al trabajar en conjunto, se pueden reforzar los mensajes sobre una alimentación saludable tanto en su programa de cuidado infantil como en el hogar, mejorando los hábitos saludables dentro de los dos entornos.  

Sostenibilidad y responsabilidad  

Las prácticas alimenticias deben comprometerse a promover la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Esto se logra mediante el abastecimiento de ingredientes locales, de temporada y orgánicos, siempre que sea posible, minimizando la huella de carbono y apoyando agricultores y productores locales. Esto también incluye reducir el desperdicio de alimentos mediante una distribución consciente de las porciones, compostaje y reciclaje, inculcando así un sentido de responsabilidad hacia el planeta en niños/as y generaciones futuras. 

Aprenda más 

Los alimentos que se sirven en los entornos de cuidado infantil y las prácticas en torno al cultivo, la preparación y cómo se sirven esos alimentos, merecen cuidado y atención. 

Proveedores de cuidado infantil, a quienes les interese profundizar su compromiso de crear un ambiente de alimentación positivo en su programa, pueden comunicarse con los coordinadores de sistemas alimentarios de WEESSN en Farm-to-ECE@wisconsinearlychildhood.org para obtener recursos y asistencia técnica.

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